
No estás,
puede el mar retirarte para desfallecer,
en estallidos de clemencias calladas
para enamorarte a ti,
desobedeciendo los lindes de las palabras y piedras.
El azar necesita necesidad prerrogativa
y tallarla cuál flor genuina,
llevarla en velos de fervor.
Mi provincia de honrada proliferación,
quiere tu resuello, ama tu boca,
remembranza y quieta para ser otra vez.
Si lo haces, tu harás la tendencia
para tenerte a ti mismo...
2 comentarios:
Tenernos a nosotros mismos ya es más de lo que se puede esperar.
No es tarea fácil, ni tampoco, perdurable.
Un hermoso poema. Me encanta!!
Un fuerte abrazo!!
THQTQMMMMMMMMMMMM
La atracción del trasgredir siempre renueva los motivos y, en esa renovación fluye el pacto de lo efímero, que adquiere el sentido prestado de una nueva prorroga, perdura.
Muchos besos, Nyma.
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